viernes, 16 de octubre de 2015

El incendio en la sub estática de la ANDE, pone de manifiesto la poca seriedad y el degradamiento de una Institución que hasta hace poco se creía que era una de la más serias y organizadas del país desde la época del Ing Debernardi.

Muchos de los que conocemos del manejo de productos peligrosos jamás deseamos que suceda un accidente con este tipo de sustancias, ni de este modo, por la alta peligrosidad y el complejo tratamiento que se le debe dar, pero sin embargo en la ANDE se obvia todo cuidado con este producto extremadamente nocivo para la salud y el medioambiente.

Digo esto, porque recordando el accidente de la represa de Acaray, algo debería haber dejado de enseñanza aquel tan lamentable suceso y se debería de haber realizado  mejoras en la seguridad e infraestructura para disminuir el riesgo y poner en resguardo a la población en caso de un accidente.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente define a los policlorobifenilos (PCB) o bifenilos policlorados (en inglés: polychlorinated biphenyls) como sustancias químicas orgánicas más estables que se conocen. Su constante dieléctrica baja y su punto de ebullición elevado los hacen ideales como fluidos dieléctricos en condensadores y transformadores eléctricos.

En resumen, éstas son las características de los PCB: constante dieléctrica baja; baja volatilidad; resistentes al fuego; baja solubilidad en agua; alta solubilidad en solventes orgánicos; alta resistencia al envejecimiento, no se deterioran durante el uso.

Sin embargo, hoy en día las desventajas de los fluidos de PCB se consideran significativas: no son biodegradables; son persistentes en el medio ambiente; pueden acumularse en los tejidos adiposos del cuerpo; son posibles carcinógenos.

Los efectos de los PCB en los seres humanos pueden ser graves: pueden causar insuficiencia renal y de otros órganos humanos; si son inhalados, pueden producir dolor de cabeza, mareo, etc.…;  si se absorben por la piel pueden causar cloracné.

Deja mucho que desear la actitud de la ANDE, ante semejante accidente y que a toda costa los responsables tratando de minimizar lo sucedido, para ocultar la responsabilidad y así queriendo esconder lo criminal del suceso, exponiendo a la población a un peligro letal.

Me canse de escuchar en los medios de prensa a Ex presidentes y al Presidente actual de la institución, tratando de minimizar, diciendo que no existía ningún aceite peligroso en los transformadores, o que la cantidad no es tal como se menciona del producto, sin embargo es de público conocimiento del material existente en ese lugar, y almacenados en pésimas condiciones de seguridad, colocando en riesgo a la población y el medioambiente.

 Y como si fuera nada la discusión continua que la SEAM dio o no dio el permiso ambiental.. que la Contraloría detecto la existencia de los trasformadores… pero nadie habla que el RIESGO SIGUE SIENDO ALTO y que nadie menciona ni cita las medidas correctivas y de prevención implementadas en la ANDE.  

La ANDE debería de tener responsabilidad y colocar a conocimiento público los Planes de Contingencia para estos casos, las medidas seguridad  adoptadas y quienes llevaran a cabo la investigación a fin de determinar las causas del accidente. Es de público conocimiento que la Policía Nacional, ni los Bomberos tienen la capacidad técnica para llevar adelante una investigación de esta envergadura, por la complejidad de la misma y porque el equipo investigador debe ser un equipo multidisciplinar.

Es preocupante que el riesgo sigue siendo alto y de esta vez no solo para los que viven en la zona de Laurelty...si no que conociendo que hay materiales en otras partes del país, debería de adoptarse medidas de control de manera urgente a fin de evitar otra sorpresa como lo sucedido hasta tanto se encuentre la manera de eliminar este peligro .

Quedo demostrada en este accidente, que la ANDE NO CUENTA con personal capacitado para realizar estos trabajos técnicos y por lo tanto debe re plantear sus medidas de seguridad teniendo en cuenta la salud de la población y asumir su responsabilidad de lo ocurrido y demostrar apertura para la ayuda de técnicos nacionales preparados para el efecto.

No se puede actuar de manera irresponsable y caprichosa cuando en verdad está en juego la Salud de la Población, las infraestructuras y el medio ambiente.

La responsabilidad es un logro no un regalo.