El incendio en la sub estática de la ANDE, pone de manifiesto la poca
seriedad y el degradamiento de una Institución que hasta hace poco se creía que
era una de la más serias y organizadas del país desde la época del Ing
Debernardi.
Muchos de los que conocemos del manejo de productos peligrosos jamás
deseamos que suceda un accidente con este tipo de sustancias, ni de este modo,
por la alta peligrosidad y el complejo tratamiento que se le debe dar, pero sin
embargo en la ANDE se obvia todo cuidado con este producto extremadamente nocivo
para la salud y el medioambiente.
Digo esto, porque recordando el accidente de la represa de Acaray, algo debería
haber dejado de enseñanza aquel tan lamentable suceso y se debería de haber
realizado mejoras en la seguridad e infraestructura para disminuir el
riesgo y poner en resguardo a la población en caso de un accidente.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente define a los policlorobifenilos (PCB) o bifenilos
policlorados (en inglés: polychlorinated biphenyls) como sustancias químicas orgánicas más estables que se
conocen. Su constante dieléctrica baja y su punto de ebullición elevado los
hacen ideales como fluidos dieléctricos en condensadores y transformadores
eléctricos.
En resumen, éstas son las características de los PCB: constante
dieléctrica baja; baja volatilidad; resistentes al fuego; baja solubilidad en
agua; alta solubilidad en solventes orgánicos; alta resistencia al
envejecimiento, no se deterioran durante el uso.
Sin embargo, hoy en día las desventajas de los fluidos
de PCB se consideran significativas: no son biodegradables; son persistentes en
el medio ambiente; pueden acumularse en los tejidos adiposos del cuerpo; son
posibles carcinógenos.
Los efectos de los PCB en los seres humanos pueden ser
graves: pueden causar insuficiencia renal y de otros órganos humanos; si son inhalados, pueden producir dolor de cabeza,
mareo, etc.…; si se absorben por la piel
pueden causar cloracné.
Deja mucho que desear la actitud de la ANDE, ante
semejante accidente y que a toda costa los responsables tratando de minimizar
lo sucedido, para ocultar la responsabilidad y así queriendo esconder lo criminal
del suceso, exponiendo a la población a un peligro letal.
Me canse de escuchar en los medios de prensa a Ex
presidentes y al Presidente actual de la institución, tratando de minimizar, diciendo
que no existía ningún aceite peligroso en los transformadores, o que la
cantidad no es tal como se menciona del producto, sin embargo es de público
conocimiento del material existente en ese lugar, y almacenados en pésimas condiciones
de seguridad, colocando en riesgo a la población y el medioambiente.
Y como si fuera
nada la discusión continua que la SEAM dio o no dio el permiso ambiental.. que
la Contraloría detecto la existencia de los trasformadores… pero nadie habla
que el RIESGO SIGUE SIENDO ALTO y que nadie menciona ni cita las medidas
correctivas y de prevención implementadas en la ANDE.
La ANDE debería de tener responsabilidad y colocar a
conocimiento público los Planes de Contingencia para estos casos, las medidas
seguridad adoptadas y quienes llevaran a
cabo la investigación a fin de determinar las causas del accidente. Es de público
conocimiento que la Policía Nacional, ni los Bomberos tienen la capacidad técnica
para llevar adelante una investigación de esta envergadura, por la complejidad
de la misma y porque el equipo investigador debe ser un equipo multidisciplinar.
Es preocupante que el riesgo sigue siendo alto y de
esta vez no solo para los que viven en la zona de Laurelty...si no que conociendo
que hay materiales en otras partes del país, debería de adoptarse medidas de
control de manera urgente a fin de evitar otra sorpresa como lo sucedido hasta tanto se encuentre la manera de eliminar este peligro .
Quedo demostrada en este accidente, que la ANDE NO
CUENTA con personal capacitado para realizar estos trabajos técnicos y por lo
tanto debe re plantear sus medidas de seguridad teniendo en cuenta la salud de
la población y asumir su responsabilidad de lo ocurrido y demostrar apertura
para la ayuda de técnicos nacionales preparados para el efecto.
No se puede actuar de manera irresponsable y caprichosa
cuando en verdad está en juego la Salud de la Población, las infraestructuras y
el medio ambiente.
La responsabilidad es un logro no un regalo.